Eran las 14:30 cuando voté y el presidente de la mesa unificada saltó de alegría al decir que era el único, se corrigió, el primero que votaba con la papeleta B. Miré la urna y vi entre 60 a 70 votos de las mesas unificadas: 99 a 101 de la bella Scuola italiana. Otra vez soy el único, la historieta vuelve a repetirse. El Frente Amplio debería llamarse el Frente de los Arayas. Cuando comenzaron su campaña con la idea de que ahora sí que sí venían a disputar la presidencial y darían la sorpresa, les dije que no mintieran, que no exageraran, que se atuvieran a la Verdad. Había olvidado que, a fin de cuentas, los políticos, como los empresarios, NO están ni ahí con la Verdad. La Verdad es que fui el único que votó en la papeleta de alguien perteneciente a uno de los partidos del maldito hijo de puta Frente Amplio y sólo lo hice para ser coherente conmigo mismo y mi inercia en el PH hipoalergénico. Además, mi depresió...