LO MALO ES QUE YA NADE QUIERE EXPLICACIONES
“Si queremos hacer una tarta de manzana;
primero, debemos inventar el Universo”. Carl Sagan. Cosmos.
Cap. 2. 02:47-52.
Dicho de otro modo: “Sólo lo que puede
suceder, acontece”. Dr. Manhattan. Watchmen.
2:50:54
Ya nadie quiere explicaciones, porque
están condicionados mentalmente a las recetas.
La explicación demanda una
meditación y ya nadie tiene ganas de reflexionar, sólo quiere que NO los
molesten. Pensar es la mayor de las
molestias, porque, para hacerlo, se deben tomar en cuenta a los otros. En toda época de decadencia vital, “los
otros” son la mayor de las molestias.
En épocas de esplendor vital, “los otros” son los queridos alumnos de
una civilización que se ve a sí misma como Maestra. Sé que
nadie leerá esto, porque es una Gran Molestia.
El Cosmos NO es un conjunto de elementos
dispersos, al azar, sino un Sistema regido por Leyes que hacen que sucedan
ciertas cosas de manera más o menos periódica, excluyen otras y hacen muy
improbables ciertos acontecimientos. Si
fuese otro tipo de Universo, NO podríamos hacer tartas de manzanas.
Si existe algo es porque el sistema lo
permite, lo con–tiene entre sus posibilidades y tiende a descartar la
existencia de lo contrario, es decir, se “defiende” de lo que considera
“nocivo”. La estadística, siguiendo la
experiencia cotidiana, nos dice que hay cosas más probables que otras. Pero hoy voy a hablarles de aquel único acontecimiento
que está descartado desde siempre y para siempre: “El Cambio”.
En la década del ’30, el filósofo José
Ortega y Gasset hizo una distinción conceptual sepultada por esas leyes
sistémico–estadísticas: Cambiar algo en el Mundo versus Cambiar el Mundo. La poca inteligencia de las gentes, más la
complicidad de los que sí entienden, pero NO quieren y son capaces de
coordinarse para hacer que NO cambie el Mundo, son las razones por las cuales
esta crucial distinción NO sobrevivió el paso del tiempo.
“Las cosas van a cambiar” es una frase
totalmente cierta, pero que ya NO evoca emociones positivas, como el
entusiasmo. La razón de este cambio es
que quienes la decían, pensaban erróneamente en que al cambiarlas, estaban
cambiando el Mundo, cuando sólo cambiaban algo “en” el Mundo. Cambiar el Mundo o cambiar el Sistema, como diríamos
ahora, es algo mucho más grande y profundo, por cuanto implica cambiar la
concepción que se tiene de “todo cuanto existe” = “Mundo”. Cambiar el Mundo es cambiar la Cosmovisión
que tiene la sociedad y eso es algo que nadie está haciendo.
¿Por qué? Básicamente las mismas de siempre:
inconsciencia, cobardía, complicidad.
El Alberto Einstein dijo algo así: “La
solución a un problema no se encuentra en el mismo campo donde se originó el
problema”. Dos ejemplos: La resta
impropia sólo se resuelve en el conjunto de los números enteros. El descubrimiento de los números
irracionales originó el conjunto de los números reales. La descripción de algunos fenómenos
electromagnéticos requirió la invención de los números irreales. Ambos originaron el conjunto de los números
complejos, los que permiten entender varias “cosas”.
Algo en que muchos pensadores, más de
los que se imaginarían, están de acuerdo es que la “prueba” de toda idea es su
“funcionamiento”, su “resultado” y sólo “funciona”, cuando predice. He ahí la importancia del experimento
científico: la idea debe ser capaz de predecir el funcionamiento de la
“realidad”. Sólo en 1922, cuando se
pudo medir la desviación de la luz, al pasar cerca del Sol; se comprobó la
veracidad de la Teoría de la Relatividad General. La gravedad sí deforma el espacio. Tiempo y espacio NO son absolutos, sino
relativos. Lo único absoluto es la velocidad
de la luz.
Volvamos de este fascinante paseo por la
ciencia a la “realidad” social, que es de lo que nadie se da cuenta. Siguiendo al viejo Pepe: Todo lo que se está
hablando en ella es, por decirlo suave, obsoleto. Se está pensando y actuando en vista de
categorías mentales que “nunca fueron”.
De ahí que algunos acontecimientos sorprendan a la gente común y
corriente, al tiempo que a nadie sorprende que NO suceda lo que NO está
sucediendo, por la sencilla razón de que nadie espera que suceda lo que el
Sistema imposibilita.
Aquí voy a aplicar el argumento fáctico
que siempre utilizan los “ganadores”: “Si hubiese sido verdad, habría
funcionado. El hecho de que haya ganado
es la prueba de que estoy en lo cierto, lo correcto… la verdad”.
En término sociales, esa definición de
veracidad es la apelación a la creencia mayoritaria. Algo es “real” y “verdadero”, No importa si
“objetivamente” las cosas no son así, basta con que la mayoría crea que las
cosas son de una manera, para que esta sea la “verdad social”. El clásico ejemplo de la “salida y puesta
del sol”, bastará para comprobar la discrepancia entre ambas. Siguiendo al viejo Pepe: “La Astronomía NO
hace Mundo”. El hecho es que nuestro
cuerpo está configurado de tal manera que NO percibe la rotación de la Tierra. De la misma manera, nuestra mente está
configurada para NO percibir de manera directa e inmediata lo que llamamos
Sistema. He ahí la raíz de la condición
de ser de las “cosas”: la incapacidad de percibir la totalidad.
El sistema de organización social en el
cual vivimos es el llamado patriarcal.
NO es el único ni el primero en
la larga Historia de la Humanidad.
Pocos están conscientes de ello, muchos menos tienen idea de cómo
cambiarlo. Todos los demás cambios son
mera cosmética de él: Si el Poder lo detenta una persona o hay una República
con tres poderes separados. En ambos
casos, El Poder es el Poder de matar, infligir dolor y excluir de la sociedad a
los elementos “indeseables”, “insanos”, “criminales”, “inadaptados”,
“ineficientes”, etc. Corolario de ellos
es una rígida jerarquía de dominación encabezada por hombres a los que “no les
tiembla la mano” para decretar castigos, desde el despido al exilio, por dar
dos ejemplos.
La prueba de que todos los que dicen
querer “cambiar las cosas” sólo están pensando en una forma de poder escalar
dicha jerarquía, es que nadie la cuestiona a fondo, es decir, plantea cambiar
la estructura misma ni el proceso fundamental que la sustenta: Dominar a los
otros. Todos los cambios propuestos son
“cambios en el mundo”, pero NO “cambios de Mundo”. Son mero maquillaje de una situación que NO
ha cambiado en más de 5.000 años y NO lo hará, por estar condicionados por el
mismo sistema a percibirlo como “natural”, “normal”, “correcto”, incluso
“inspirado por Dios”, dado que las religiones de un sistema patriarcal son…
¡patriarcales! El Sistema sólo crea
subsistemas que estén en armonía con él y desecha los otros, calificándolos de
herejías o simples fantasías paganas.
Cuando comentaba esto por las mal
llamadas “redes sociales”, un viejo se enojó conmigo y posteó: “Este tipo
quiere repensarlo todo”. A lo que asentí. Pero lo que él dijo como un anatema, yo lo
tomé como la mejor descripción y halago que alguien podría decir de mí. Haber alcanzado el nivel en que alguien que
jamás entenderá nada dirá lo que por obvio callo, es dolorosamente reconfortante. Al mismo tiempo que queda clara mi
intención, queda clara su imposibilidad por insolidaridad social. Nadie está de acuerdo conmigo en repensarlo
Todo, por pereza. Durante casi toda mi
vida creí que era posible que la gente llegase a pensar. Ahorakí sé que es imposible. Como eso es imposible, es imposible que la
sociedad cambie.
El imperio romano NO cambió, NO mutó
desde dentro, sino que simplemente fue desechado por los invasores y nuevos
ocupantes del territorio. Al igual que
él, la “civilización global” NO va a cambiar por propia iniciativa y caerá por
su propia insolvencia ambiental. Como
al final de la Antigüedad, habrá gente que sobreviva al colapso civilizacional,
será mucho menos de la que había antes, y en ese momento “especial”, se
decidirá la continuidad de sistema o el cambio a otro. Luchar por un cambio del sistema en este
momento es doblemente perjudicial, por inútil y perjudicial. Primero, NO conseguirá su objetivo y,
segundo, agotará los recursos para crear “arcas” capaces de convertirse en las
semillas y cimientos de un nuevo Mundo NO patriarcal.
Sólo cuando se está fuera del sistema
que creó los problemas, éstos se pueden solucionar. La única manera de estar fuera de este
sistema es cuando finalmente colapse.
NO será pronto, porque es fuerte el condicionamiento mental en casi toda
la Humanidad y sabe mutar sus caretas de tal manera de permanecer tras cada
crisis que experimenta. La adoración a
la tecnología digital es su más exitosa careta.
Esto nos lleva al triste escenario donde
hay muchas personas creyendo fervientemente en que hacen lo correcto, cuando en
realidad sólo están perdiendo el tiempo y haciéndolo perder a la gente de buena
voluntad. ¿Algún ejemplo de ello? Uno macro y otro nacional.
Los más escandalosos hechos del nuevo
milenio: La Mentira de EE.UU. sobre las “armas de destrucción masiva” de Irak y
los SWAP. La única arma de destrucción
masiva la tiene EE.UU. y su detonación se llamó “Crisis Subprime”. Ninguna de estas estafas ha sido condenada
por país alguno. Todos “agachan el
moño” ante el Imperio de turno.
El caso nacional es la famosa reforma
educacional. El mayor éxito juvenil es
su mayor derrota. Después de grandes
movilizaciones (que criticaré en otro momento), la posterior discusión y
concreción en leyes ha traicionado los principios mismos que los estudiantes
plantearon y movilizaron a la sociedad.
En términos sociológicos, ocurrió una coopción. Algo que se negaba es aceptado, pero con
reparos y tergiversaciones. Este proceso
siempre sucede en un sistema patriarcal, haciendo imposible su transformación e
inútil el esfuerzo perdido.
Otra vía para transformarlo, la
revolución, también fracasa por el sólo hecho de ser violenta. Una tercera vía, para algunos, sería la educación.
Pero, siendo un subsistema de
patriarcado, es imposible que vaya más allá de los objetivos asignados por
él. Además, en el mejor y utópico de
los casos, si lograse ir más allá del sistema patriarcal, para cuando haya educado
a una generación, ésta entrará en conflicto con el sistema entero que seguiría
siendo patriarcal. Ante esto, los
padres NO se arriesgan y prefieren seguir dentro del sistema. Aún logrando el objetivo de salir del
patriarcado, cuando termine de educar a una generación, llegaría otra a la que
habría que “desprogramar”, haciendo el proceso muy largo e insostenible en el
tiempo.
Como dijo Yoda a unos clones: “Para
ganar a tu enemigo, debes sobrevivirlo”.
NO necesito pelear contra él, eso es lo que quiere. Planteo un giro copernicano en cuanto a la
dinámica social: dejarla caer y convertirme en Neo Noé.
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