CRISIS ALIMENTARIA MUNDIAL 2019-2020
Cuando
el clima aviva los conflictos.
Por
Agnès Sinaï. Periodista. Traducción Víctor Goldstein.
Le
monde diplomatique. Agosto 2015.
Ya NO se puede negar los efectos de la actividad humana sobre el
clima. Los dirigentes del planeta
realizarán, a fines de año en París, la 21 Conferencia de la ONU sobre el clima
(COP21), pero al parecer aún NO hay verdadera conciencia de la situación y su
complejidad.
Entre 2006 y
2011, Siria conoció la más larga sequía y la más importante pérdida de cosechas
jamás registrada desde las primeras civilizaciones de la “medialuna
fértil”. En total, de los veintidós
millones de habitantes con que contaba entonces el país, cerca de un millón y
medio fueron impactados por la desertificación (1), lo que provocó migraciones
masivas de granjeros, criadores y de familias rurales hacia las ciudades
(2). Este éxodo intensificó las tensiones provocadas por la afluencia de
refugiados iraquíes que había continuado tras la invasión estadounidense de
2003. Durante decenios, el régimen baasista de Damasco descuidó los recursos
del país, subvencionó cultivos de trigo y de algodón que requerían mucha agua y
alentó técnicas de irrigación ineficaces.
Pastoreo intensivo y alza demográfica reforzaron el proceso. Los recursos hídricos cayeron a la mitad
entre 2002 y 2008.
El derrumbe del
sistema agrícola sirio resulta de un juego complejo de factores que incluyen el
cambio climático, una mala administración de los recursos naturales y la
dinámica demográfica. Esta “combinación
de cambios económicos, sociales, climáticos y ambientales erosionó el contrato
social entre los ciudadanos y el gobierno, catalizó los movimientos de
oposición e irreversiblemente degradó la legitimidad del poder de Assad”,
estiman Francesco Femia y Caitlin Werrel, del Centro por el clima y la
seguridad. A su juicio, el surgimiento
de la Organización del Estado islámico y su expansión en Siria y en Irak son en
parte consecuencia de la sequía (3). Y
esta sequía no depende solamente de la variabilidad natural del clima. Se trata de una anomalía: “El cambio del
régimen de las precipitaciones en Siria está relacionado con el ascenso medio
del nivel del mar en el este del Mediterráneo, acumulado con la caída de la
humedad del suelo. Ninguna causa
natural aparece en estas tendencias, mientras que la sequía y el
recalentamiento corroboran los modelos de respuesta al aumento los gases con
efecto invernadero”, considera la revista de la Academia de ciencias
estadounidense (4).
En el este de
China, durante el invierno 2010-2011, la ausencia de precipitaciones y las
tormentas de arena, que condujeron al gobierno de Wen Jiabao a lanzar cohetes
con la esperanza de desencadenar lluvias, tuvieron una catarata de
repercusiones, mucho más allá de las fronteras del país. La pérdida
de las cosechas, en efecto, obligó a Pekín a comprar trigo en el mercado
internacional. El disparo de la
cotización mundial que resultó de esto alimentó el descontento popular en
Egipto, primer importador mundial de trigo, donde las familias corrientemente
destinan más del tercio de sus recursos a la alimentación. La duplicación del precio de la tonelada de
trigo, que pasó de 157dólares en junio de 2010 a 326 dólares en febrero de
2011, fue fuertemente padecida en este país muy dependiente de las importaciones. El precio del pan se triplicó, lo que
alimentó el descontento popular contra el régimen autoritario del presidente
Hosni Mubarak (5).
En el mismo
período, las cosechas de trigo, soja y de maíz del hemisferio Sur fueron
afectadas por La Niña, un acontecimiento climático severo que desencadenó una
sequía en Argentina y lluvias torrenciales en Australia. En un artículo de la revista Nature, Solomon Hsiang, Kyle Meng y
Mark Cane establecen una correlación entre las guerras civiles y el fenómeno El
Niño Southern Oscillation (ENSO), que, de tres a siete años, provoca una
acumulación de aguas cálidas a lo largo de las costas del Ecuador y Perú, así
como una inversión de los vientos alisios del Pacífico, asociados a importantes
perturbaciones a escala mundial (6).
Para Hsiang y sus colegas, la probabilidad de conflictos civiles se
duplica durante el fenómeno ENSO. Es la
primera demostración del hecho de que la estabilidad de las sociedades modernas
depende fuertemente del clima global.
Sociedades industriales
El cambio
climático se ha convertido en un “multiplicador de amenazas”, y modifica el
curso de las relaciones internacionales.
La hard security heredada de
la Guerra Fría es reemplazada por la natural
security, concepto forjardo por los militares norteamericanos reunidos en
el seno del Center for a New American Security. Este think tank fue creado en 2007 para
oponerse al escepticismo climático de los neoconservadores e identificar las
amenazas globales emergentes (7).
Las fuentes de
la inseguridad ambientales ya no pueden reducirse a elementos meramente
exógenos y naturales como las erupciones volcánicas, los tsunamis o los
terremotos. Las actividades humanas, la
aceleración de los ciclos productivos y su globalización colaboran en la desestabilización
del clima. El neologismo “antropoceno”
designa esa huella desmesurada de las sociedades industriales en el sistema
terrestre.
En el Ártico,
donde los hielos podrían haberse fundido por completo de aquí a fin de siglo, y
donde los efectos del recalentamiento global son dos veces más intensos que en
otra parte, la reivindicación de nuevas fronteras terrestres y marítimas
reaviva las tensiones entre países circumpolares (8). Rusia, que explora el Ártico desde hace
siglos, es la única nación que posee una flota de rompehielos nucleares. Un modelo gigante, en vías de construcción
en los astilleros de San Petersburgo, será terminado en 2017 (9). Moscú renueva así su flota de submarinos
ulrasilenciosos de cuarta generación, con lanzamisiles de cabeza nuclear. Por el lado norteamericano, la apertura del
Ártico es presentada a la vez como una bendición comercial frente a Asia y como
una posibilidad de salvaguardar nuevos recursos energéticos (10).
El deshielo del
Ártico impone sus efectos sistémicos.
La variación del vórtice polar, corriente de aire glacial del polo
Norte, explica el frío intenso que se abatió sobre América del Norte en el
curso del invierno 2013-2014. “La
interacción entre el Ártico y el recalentamiento global es algo nuevo en la
historia estratégica humana, porque transforma el encuentro entre geografía y
geofísica en esa región en un poder nuevo y extraño, de naturaleza geofísica,
que llamamos el “poder ambiental del Ártico”.
Éste se ejerce a escala planetaria con consecuencias masivas”, observa
el experto en estrategia militar Jean-Michel Valantin (11). Sin embargo, el último informe del Grupo
Intergubernamental de Expertos Sobre la Evolución del Clima (GIEC) subraya que
no hay una teoría estabilizada que permita afirmar la ocurrencia de conflictos
armados en el polo Norte. El deshielo
permitirá validar o no la solidez de las instituciones de cooperación
transfronteriza circumpolares, como el Consejo Ártico. Las causalidades resultan complejas,
inestables y evolutivas; los efectos del recalentamiento pesan más o menos
sobre las sociedades en función de la resiliencia de los sistemas políticos,
económicos y sociales establecidos (12).
En su libro
Climate Wars, el periodista Gwynne Dyer describe un mundo donde el recalentamiento
se acelera y donde los refugiados, hambrientos por la sequía, expulsados por el
ascenso de los océanos, intentan llegar al hemisferio Norte, mientras que los
últimos países autosuficientes en alimentos, aquellos de las latitudes más
altas, deben defenderse, inclusive con armas nucleares, de vecinos cada vez más
agresivos: los de Europa del Sur y de las orillas del Mediterráneo,
transformadas en desiertos (13).
Frente a lo que
algunos científicos llaman una “ruptura climática mayor de origen humano” (antropogenic climate disruption), la
geoingeniería, es decir, la intervención deliberada para contrarrestar el
recalentamiento del planeta, intenta tomar el control del clima (14). Ésta consiste en un conjunto de técnicas que
apuntan a retirar una pare de los excedentes de carbono de la atmósfera (carbón dioxyde removal) y a regular las
radiaciones solares (solar radiation
management), a riesgo de una desestabilización mayor de las sociedades y
los ecosistemas. La pulverización de
azufre, por ejemplo, supone difundir una capa suficientemente espesa en la
atmósfera para que tenga un efecto óptico de impedimento de la radiación solar
y, de ese modo, refresque el planeta.
Pero la observación de las erupciones volcánicas conduce a los
climatólogos a alegar que, si las partículas de azufre ayudan a enfriar la
atmósfera, también inducen sequías regionales y accesoriamente pueden reducir
la producción de los paneles solares, acarrear la degradación de la capa de
ozono y debilitar el ciclo hidrológico global.
“Además, sin acuerdos
internacionales que definan cómo y en qué proporciones utilizar la
geoingeniería, las técnicas de administración de la radiación solar presentan
un riesgo geopolítico. Como el costo de
esta tecnología se cifra en decenas de miles de millones de dólares por año,
podría ser asumido por actores no estatales o por pequeños Estados que actúen
por su cuenta, contribuyendo así a la emergencia de conflictos globales o
regionales”, advierte el último informe del GIEC (15).
El cambio climático
no solamente crea motivos suplementarios de conflictos violentos, sino también
nuevas formas de guerras, recalca por su parte el psicosociólogo Harald
Wezer. La violencia extrema de estos
conflictos excede el marco de las teorías clásicas e “instaura espacios de
acción para los cuales ningún marco referencial es provisto por las
experiencias vividas en el mundo muy apacible del hemisferio occidental desde
la Segunda Guerra Mundial (16).
Combates asimétricos entre poblaciones y señores de la guerra al
servicio de grupos privados se entremezclan en el seno de los mercados de la
violencia, amplificados por el recalentamiento climático. El caos de Darfur, en Sudán, que perdura
desde 1987, es emblemático de esta dinámica autodestructiva agravada por la
fragilidad de los Estados. En el norte
de Nigeria, la degradación de las tierras perturbó los modos de vida agrícola y
pastoral e interfiere con las rutas migratorias. Varios centenares de pueblos fueron
abandonados y las migraciones resultantes contribuyeron a desestabilizar la
región, haciéndole el juego al movimiento islamista Boko Haram.
Convergencia de impactos
El último
informe del GIEC define la noción de “riesgo compuesto” (compound risk), que implica la convergencia de impactos múltiples
en área geográfica dada. “Puesto que la
temperatura media del globo es susceptible de aumentar de 2 a 4° C respecto de
las temperaturas del año 2000 de aquí a 2050, en el futuro hay un potencial
–siendo iguales las demás cosas– para que haya grandes modificaciones en los
esquemas de violencia interpersonal, de conflictos de grupo y de inestabilidad
social” (17).
El investigador
Marshall B. Burke, de la universidad de Berkeley, en California, y sus
coautores anticipan un crecimiento de los conflictos armados de un 54% de aquí
a 2030. Su estudio propone la primera
evaluación de conjunto de los impactos potenciales del cambio climático en las
guerras subsahariana. Dicho estudio
pone de manifiesto el lazo entre guerra civil, alza de las temperaturas y baja
de las precipitaciones extrapolando las proyecciones medianas de emisiones de
gas con efecto invernadero del GIEC para dichas regiones entre 2020 y 2039(18).
La afluencia de
refugiados a las puertas del islote de prosperidad que es Europa podría
proseguir y acentuarse en el curso del siglo XXI. “En la actualidad hay por lo menos tantas
personas desplazadas en el mundo como consecuencia de degradaciones del medio
ambiente como personas desplazadas por guerras y violencias”, estima el
politólogo François Gemenne (19). Estos
migrantes huyen de las guerras que se desarrollan lejos de Occidente. El
cual, a despecho de su responsabilidad histórica en el recalentamiento global,
pone mala cara en reconocerlos un estatuto: “Impugnar el término de “refugiado
climático” equivale entonces a impugnar el hecho de que el cambio climático sea
una forma de persecución hacia los más vulnerables”. Estas son las víctimas de un proceso de transformación
de la Tierra que los supera.
(Les debo el
aparato de citas, tengo poco TiempodEspacio para comentar)
Comentarios
1.
La idea principal de
transcribir este artículo es modélico.
Las negritas de los párrafos 1 y 3 son una buena aproximación a la
manera sistémica en que hay que pensar los procesos históricos. El eterno deseo de convertir el estudio de
la Historia en una ciencia NO puede realizarse hasta la creación de un pensamiento
sistémico complejo más abarcador que el actual, lo planteado por Edgar Morin es
apenas un comienzo. La imagen que se me
viene a la mente es la de un malabarista lanza cuchillos: al tiempo que
mantiene en el aire (en la consciencia) una inmensa cantidad de informaciones,
va clavándolas sobre el mapa a modo de autopsia, pues siempre la Historia se
escribe sobre los cadáveres de los desafortunados. Fortuna
imperatrix mundi.
Datos
complementarios (algunos están en el artículo anterior sobre el tema Crisis
Alimentaria):
2.
México ya NO es capaz de
autoabastecerse de alimentos y la sequía que padece desde el año pasado es la
causa del aumento del precio de los cítricos en USA. Esto motivó su reemplazo por los chilenos,
impulsando su desmesurada alza en Chile.
Sobre el modelo Monsanto ver comentario sobre Argentina.
3.
Brasil padeció una sequía
(desertificación de la selva, por desmonte para pastoreo que acarrea la erosión
causada por las intensas lluvias) bajo el mandato de Lula que aumentó el precio
de los cereales. A esto se sumó el hecho
de que el arroz era más rentable ocuparlo como alimento para el ganado que en
la venta directa a los seres humanos.
Él enfrentó esta crisis favoreciendo la compra de alimentos a los
pequeños granjeros familiares en vez de la mega agricultura Monsanto. Esto permitió una máxima rentabilidad
social, pues dio alimento a las favelas famélicas y dio cientos de miles de
empleos a los más pobres entre los pobres.
Tener en cuenta que esta es una de las razones por las cuales goza de
tanta popularidad y que, de ser condenado a prisión, cuando regrese el período
de hambruna, otro presidente NO implementará dicha política, provocando una
crisis humanitaria de magnitudes continentales.
4.
Con la crisis sistémica de
Argentina de 2001 comenzó la muerte de niños por inanición, situación que
denuncié en una pequeña nota titulada Etiopía llegó a América. Vergüenza absoluta para un país que se
preciaba de ser “el granero del mundo” a comienzos del siglo pasado. Esta crisis NO se detuvo, sino que se
mantuvo “controlada” con un número bajo de fallecidos, pero con un rebrote de
la desnutrición a niveles del siglo XIX.
Hace un mes vi en la televisión argentina un cartel que llamaba a una
marcha contra “la crisis alimentaria”.
Está demás decir que dicha crisis viene dada por la desertificación del
“chaco”, debido a la implantación del modelo de agricultura industrial Monsanto
que ha terminado con la erosión irreversible de los terrenos donde se ha
implementado, al eliminar toda la flora capaz de retener el suelo ante las intensas
lluvias de esa región. Recordemos que
dicho modelo está siendo implementado en las regiones 6 a 8 de Chile.
5.
Ya han pasado 7 años desde la
sequía en el este de China. ¿Qué va a
pasar cuando vuelva a producirse?
¿Quién podrá reemplazar la producción de cereales chinos? ¿A cuánto subirán sus precios mundiales y
qué países desérticos serán los más afectados?
¿Cuántos especuladores están pensando esto mismo y están acaparando su
producción con meses y años de anticipación?
El artículo ya mencionaba los casos de Siria, Nigeria y Sudán. Pienso en la peligrosa expansión de los
desiertos, especialmente el Gobi por Asia Central. Las bíblicas Gog y Magog, tomando en cuenta la existencia de silos con misiles
de la época soviética, verdadera espada de Damocles sobre todas nuestras
cabezas.
6.
La estúpida, por entrópica, Triangulación de las Proteínas (el
concepto es mío). Tema NO abordado por artículo alguno que haya
leído esta década, pero del que tomé consciencia en los noventas como el mayor
problema en la alimentación de la Humanidad.
La mayoría de la pesca se procesa como harina de pescado para alimentar
al ganado, en vez de alimentar directamente a los seres humanos. Tomando en cuenta toda la información que
demuestra los escandalosamente despilfarradora de recursos que es la ganadería
(su consumo de petróleo, agua y alimento es 32 veces mayor que la crianza de
aves), sólo porque es más rentable, demuestra la contradicción entre el sistema
económico y las condiciones ambientales para la sobrevivencia de la especie
humana. Que nada se haga al respecto,
demuestra la indolencia absoluta de la Humanidad entera. El consumo de pescado en vez de vacunos es
sistémicamente saludable: tanto para la biosfera como para la salud humana. Que NO existan políticas públicas para
realizar esta transición revela cuan irracional y suicida es la Humanidad.
7.
El recalentamiento planetario será mayor y más acelerado al
informado.
El que sí exista una consciencia pública (Zeitgeist) sobre la necesidad de cambiar la matriz energética de
los combustibles fósiles a “energías limpias”, sumado a la política de
desestabilización de Venezuela, ha generando la liberación de grandes reservas
de petróleo por parte de sus especuladores, bajando su precio a niveles que NO
se veían desde el siglo pasado. Esta
baja en el precio disminuyó los ingresos de Venezuela, desestabilizando su
economía, al borde del colapso. El
hecho de que sea más cool tener 1
automóvil eléctrico (sobre todo si lleva por nombre el de un heterodoxo genio
del siglo pasado, lo más cul) es la
mecha que encendió las alertas en que dentro de 50 años NO será rentable
retener petróleo. Lo que se pensaba
quemar en 50 años se va a quemar en una década. La curva ya NO es de 2 a 4° C en 50 años,
sino de 4 a 6° en una década, ya que se debe tomar en cuenta la volatilización
del permafrost en el Ártico, otro hecho NO abordado por este artículo, pero sí
en documentales de la National Geographic (NG).
8.
Todo lo anterior me hace pensar
que dentro de un año comenzará La Gran
Crisis Alimentaria Mundial. Tan
sólo trata de imaginar a chinos e indios con hambre. Pero eso NO es lo peor, porque al menos
China e India son grandes Estados capaces de “rebuscársela”, pagando el sobreprecio,
como este artículo demostró. Eso NO es lo
peor. Lo Peor está por venir desde el
llamado Triángulo del Coral. Se llama así a una región NO exactamente
triangular, que está compuesta por los archipiélagos de Sumatra, Malasia y
aledaños. En ella habitan 280 millones
de personas de bajísimos ingresos que sobreviven gracias a la pesca en los
ricos bancos de corales de sus aguas poco profundas. También en un documental en la NG, se mostró cómo los corales están
muriendo a una tasa nunca antes vista, producto del recalentamiento y
acidificación de los océanos. Después
de examinar la extinción de la Gran Barrera de coral de Australia, se mostró
como los próximos corales en morir serán los de esa región si la temperatura
del mar sube los fatídicos 2° C. El
narrador de dicho documental entrevistó a varias personas, destacando dos: Un
investigador o funcionario estatal que mostraba la disminución de los pescados
en el mercado local de su ciudad. Otro,
y más dramático, fue un pescador y su hijo: Mostró los dos pescados que
consiguió ese día y recordaba con angustia cómo antes pescaba muchos más. Uno de los expertos consultados formuló la
siguiente pregunta que engloba toda la reflexión desarrollada hasta Ahorakí: Si la
crisis de Siria, con tan sólo 22 millones de habitantes, desató un flujo
migratorio que casi colapsó a Europa, ¿Qué pasará cuando 280 millones de
personas NO tengan de qué alimentarse?
¿Qué pasa si ¡ESTE AÑO!, como rebote de las bajísimas temperaturas en el
hemisferio norte, se alcanza el alza de los fatídicos 2°C en esa zona del
Sudeste asiático?
9.
El sólo hecho de imaginarlo, me
provocó una depresión somatizada en enfermedades respiratorias. Literalmente será: Lo que como es lo que le habría salvado la vida a un niño asiático. Esa contradicción criminal del MODELO
CAPITALISTA es lo que nos conducirá a la extinción como especie. Un fracaso evolutivo por autogol. ¿Para
qué el Universo se tomó la molestia de evolucionar 13.700 mil millones de años
hasta hacer posible una capacidad cerebral capaz de pensar, si ésta NO es
utilizada en lo mínimo necesario para sobrevivir como especie? Si pudieran reír los dinosaurios, lo harían,
ante nuestra autoinducida lobotomía frontal.
Ellos carecían de cerebros tan complejos. NO será necesario que Apofis impacte en el Pacífico Norte el 2032.
Buenas
noches. Felices sueños lobotomizados.
POST DATA, 23-9-2022: Esta última reflexión apunta a la idea que NO hay una Teleología Cósmica, sino un azar con reglas. La Materia tiene ciertas características que la llevan a evolucionar en Vida y Consciencia, como decían Teilhard de Chardin, Verdnansky y Le Roy: La Noosfera.
Pero ya NO es "responsabilidad" del Niverso lo que suceda de allí en adelante. Dada la existencia de la Discontinuidad, la regla que rige un ámbito existencial, NO rige otro. Por lo tanto, es posible que un conjunto de reglas de un ámbito, por ejemplo, lo SOCIAL, entre en flagrante contradicción con el ámbito existencial anterior, el BIOLÓGICO.
Esa discontinuidad, el espacio que abre la posibilidad de creación de otras reglas, de otro ámbito existencial, abre la posibilidad de una flagrante contradicción de las reglas sociales hacia las reglas biológicas del ser humano. Esa Contradicción entre lo Social y lo Biológico se llama Sistema Patriarcal y es la Causa del suicidio colectivo de todas las sociedades patriarcales. Las Polis helénicas y el Imperio romano desaparecieron hace milenios. La Civilización Moderna Occidental caerá, al igual que ellos, porque también es patriarcal y de una manera aún más insidiosa.
¿POR QUÉ?
Porque la racionalidad perdió la vista. Está ciego ante la Inmensidad del Sistema Altamente Complejo que llamamos Kosmos. Recuerdo a Karl Sagan y sé que estaría echando rayos ante tanta imbecilidad de jugar al borde de la Guerra Atómica, que tanto tiempo dedicó para denunciar la idiotez de una Guerra Termonuclear. Los dinosaurios NO se lanzaron a ellos mismos el asteroide en Yucatán. Los humanos somos los únicos entes biológicos capaces de arrojarnos el equivalente a 10 asteroides de Yucatán. ¡Ni las cucarachas sobrevivirían! Que me disculpen. La Evolución retrocedería hasta las bacterias, las que serían radiactivas, por los rayos gamma y la incuantificable cantidad de isótopos radioactivos. Marie Curie también estaría puteando, porque tenía un carácter del demonio, como dice mi suegra.
¿QUÉ CEGUERA?
La Certidumbre. Para explicar la ceguera que nos está empujando al Borde del Abismo de la Auto Extinción, dejaré al Gran Maestro (sé que NO le gustaría ser llamado así). Primero, debes desapegarte que los sabes todo.
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