TEMPLE PARA LA REFORMA

La Federación Universitaria Escolar me ha pedido que venga aquí para hablar a ustedes sobre la reforma académica. Y yo, que detesto hablar en público, hasta el punto de que he procurado hacerlo muy pocas veces en mi vida, sin vacilar un momento me he dejado esta vez requisar por los estudiantes. Esto quiere decir que vengo aquí con entusiasmo. Con mucho entusiasmo, pero sin mucha fe. Pues claro está que son dos cosas distintas. ¡Aviado estaría el hombre si no pudiese sentir entusiasmo más que por aquello en que siente fe! De esa suerte continuaría a estas fechas la Humanidad su existencia de troglodita, ya que todo lo que vino a superar la caverna y la selva primigenia fue en su hora primera sumamente improbable, y, sin embargo, el hombre supo entusiasmarse con el proyecto de tan inverosímiles empresas, y por ello se puso a su servicio, se esforzó magníficamente en lograr lo increíble y, al cabo, lo consiguió. No hay duda que es una de las fuerzas radicales del hombre esta capac...