No puedo callar más. Bachelet es el típico caso de una persona común y corriente ante acontecimientos extraordinarios. Todo se le escapa de las manos y no conduce, es conducida (y de paso, a todos nosotros) a un callejón sin salida. Intentando NO quedar mal con nadie, quedó mal con casi todos. Intentando demostrar autoridad, sólo indujo al caos. Gatopardista a ultranza, todas sus reformas son cosméticas y financiadas por la misma clase que dice representar y defender. Perdona cientos de millones de dólares de ¡iva! a los grandes conglomerados económicos, pero si pillan a un pequeño comerciante vendiendo algo sin boleta, lo clausuran o si se le olvida pagar el iva, porque no estuvo encima de su contador, le aplican multas que pueden llevarlo a la quiebra. Mi padre, por confiar en su contadora, casi se mete en un drama, porque ella le perdió todos los documentos y libros de contabilidad. Menos mal que había dejado d...